Un campamento de verano en el extranjero puede ser una de las mejores ideas que hayas tenido, pues incluye amigos, aprendizaje de idiomas, diversión y seguridad, todo en uno. Pero, para entender por completo la increíble experiencia en un Summer Camp, qué mejor que compartirte el testimonio de Mariana, una chica Ih que vivió este sueño en uno de los países más maravillosos del mundo: Inglaterra.
Así que sigue leyendo y acompaña a Mariana en su travesía, sabemos que después morirás de ganas por hacer tus maletas y comenzar tu propio viaje.
El inicio del viaje de Mariana: Mi experiencia en un Summer Camp
Mi experiencia en un Summer Camp inicia diciéndoles que para mí, este viaje fue muy importante pues fue la primera vez que salí de México y por si fuera poco, no a cualquier lugar, sino a un país que soñaba conocer.
Por supuesto, al principio tuve miedo porque no sabía qué iba a suceder, ni quienes iban a ser mis compañeros de viaje (con la excepción de una sola de mis amigas que me acompañaba en esta aventura).
Y para colmo, también era la primera vez que me subía a un avión, cosa que me daba pánico y aún más, cuando supe que se había cancelado el vuelo por una falla causada por la naturaleza.
Así es, tal y como una de esas películas de Destino Final que tanto miedo (y risa) me habían provocado.
Todo pasa por algo
No obstante y aún con esas ideas rondándome la cabeza, resultó que ésta fue otras de las tantas experiencias que disfruté del viaje. Pues gracias a este retraso conocí a 2 chicos que iban a Roma por su propia cuenta a conocer y disfrutar. Lo que más me impresionó ¡sin saber el idioma de ese país! Y claro, eso no era relevante para ellos, pero me transmitieron lo más importante: la necesidad de salir y conocer el mundo era mucho mayor que el hecho de saber un idioma.
Y, ya con esto tranquilizándome y dándome un espíritu de viaje completamente nuevo, comencé a disfrutar más el inicio de mi travesía en el avión.
Mi viaje en el avión
Aunque como ya les había dicho, tenía miedo pues era mi primer viaje en avión, comencé a notar cosas que nunca había vivido. Primero, algo que siempre me había llamado la atención de los viajes largos: el cambio de horario, la sola idea de que tuvimos que haber volado tan rápido que alcanzamos las 7 horas de diferencia entre México y Francia, me asombraba.
Cada detalle, tan sólo el simple hecho de ver en el avión un mapa con todos los cálculos de horarios, altura, temperatura, distancia, etc. hacían de mi experiencia en un Summer Camp algo aún más interesante.
La llegada a Newcastle
Y así, con mi mente ocupada en tantas cosas, llegamos a Newcastle. Nos acomodamos en el hotel y casi en ese justo momento una sensación contradictoria me embargó. Primero nervios, porque no entendía el inglés por completo. Sólo algunas palabras y frases y, al mismo tiempo un sentimiento bonito, pues ya estaba entre personas que de verdad hablaban el inglés como idioma natal.
Ahora pienso que probablemente se trató de un shock inicial de lenguaje, pues horas después, cuando hice el examen de colocación, me dieron mi horario y tuve mi primera clase, todo fue maravilloso, pues entendía perfectamente las indicaciones de mi profesor.
El encuentro con mis otros compañeros
Mariana sigue relatando.. “También en este momento, fue que cobré total conciencia de que tenía compañeros de diferentes partes del mundo. Llamando mi atención en especial; 2 chicas de Arabia que vestían completamente cubiertas de la cabeza hasta los pies.
Se me hizo algo hermoso el poder ver diferentes personas, religiones, rasgos, etc., y poder convivir con todas ellas por casi 2 semanas.”
Mis clases
Mi experiencia en un Summer Camp continuó con las clases que eran de pura práctica con mis compañeros, y aunque muchas veces no entendía lo que ellos me decían, con gestos o sinónimos nos dábamos a entender sin problema. Pues a final de cuentas teníamos el mismo propósito: todos veníamos a aprender.
Eso sí y debo confesarlo, fuera de la clase me costaba comprender lo que los demás decían, pues muchas personas hablaban muy rápido y a veces sentía que no entendía nada.
Sinceramente en esos momentos me arrepentía de haber dejado de practicar el idioma por 1 año completo. Pero aún así, la curiosidad y las ganas eran más, y preguntaba todo (sin pena) para saber lo que decían.”
Las actividades después de clases y las diferencias culturales
Por otro lado, las actividades después de clases fueron extraordinarias, todas y cada una de ellas. Conocí y aprendí demasiado, también superé algunos miedos, como hablarles a las demás personas en inglés para conocerlas. Aprendí paso a paso, aunque sea un poco, de su cultura y su forma de pensar.
La mayoría de los chicos que nos acompañaban ya hablaban más de 3 idiomas y habían visitado y conocido muchos países. Y tal vez por eso a veces sentía que no les caíamos muy bien (aparte de que creo que para su forma de ser éramos bastante escandalosos jajaja).
Pero en general la gente fue muy educada y atenta con nosotros, en especial Michael, el encargado de llevarnos a todas las actividades planeadas. Él siempre fue una persona super alegre y linda con todos; además de hacerme entender algo más de su ideología.
En Newcastle, es normal que la gente a pesar de su excelente educación son más frías emocionalmente (a diferencia nuestra) como su clima. Pero a pesar de ello, jamás recibí algún mal trato, ni en la escuela, tiendas o restaurantes; entendiendo que simplemente se trataba de una diferencia en la forma de ser por cuestiones de cultura y formación.”
Otras cosas que me gustaron y que no me gustaron de Newcastle
También otra de las cosas que me encantaron de ese lugar y de la experiencia en un Summer Camp en Inglaterra, fue la seguridad y la conciencia cívica. Pues después de tanto tiempo podía salir a la calle sin riesgo de que algo me pasara. Tanto los peatones como los conductores respetaban los señalamientos de precaución y hasta los vagabundos parecían tener una educación distinta.
Por otro lado, lo que menos me gustó fue la comida pues la verdad es que no hay nada como la gastronomía mexicana jajaja. Ahora valoro las verduras, frutas y la gran variedad de comida que nuestro país tiene disponible en todo momento.
Mis conclusiones sobre mi experiencia en un Summer Camp
“En fin, estoy muy contenta de este primer viaje sola a Inglaterra. Me dejó grandes amistades y experiencias que quisiera repetir en los próximos años con un nivel más alto de inglés. Pues ver que muchos niños a la edad de 14 años, ya saben más de 3 idiomas me motivó a hacer lo mismo, así como a viajar y a conocer más por el resto de mi vida.
No obstante, también todo esto me llevó a reflexionar que México es un país hermoso. Que tiene mejor comida, bonitas costumbres y tradiciones, paisajes, música, cultura, e historia maravillosa. Sólo que a veces a pesar de toda esa riqueza, nos olvidamos de otras cosas igual de importantes: la educación, el respeto, y los valores. Si México los tuviera presentes siempre, sería un mejor país, tal vez una potencia; pero la inseguridad, la mala educación, el gobierno y la ambición por el dinero hacen que estemos en un hoyo negro del cual es difícil salir, pero no imposible.
Gracias a todos los que hicieron que mi primer sueño fuera realidad, pues en Westmoreland empezó todo: el sueño por viajar alrededor del mundo.”
Mi experiencia en un Summer Camp de IH Travel&Learn
Ih Travel & Learn tiene increíbles campamentos de verano, diseñados especialmente para niños y adolescentes, que combinan cursos de idiomas, actividades y excursiones a las principales atracciones de los países más hermosos del mundo; incluyendo: Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Irlanda, Francia y más.
Así que, si quieres repetir la experiencia en un Summer Camp de Mariana, contáctanos y empieza a planear el viaje que te abrirá las puertas a horizontes que no imaginabas.