Como hemos visto en otras entradas, hospedarte con una familia anfitriona, es decir, haciendo homestay, puede ser una de las cosas más enriquecedoras al vivir y estudiar en el extranjero, pues se trata de una experiencia de inmersión total, en la que vivirás por completo la vida y costumbres del país en el que estés.
Por supuesto, esto conlleva a que te encuentres con una cultura que puede llegar a ser muy diferente a la tuya, por lo que los malentendidos o la incomodidad pueden surgir (principalmente, al principio).
Y aunque este es un proceso natural de adaptación, no está de más darte algunos consejitos para reducir al mínimo el stress y las posibles diferencias durante tu alojamiento; así que sigue leyendo y entérate de las 7 cosas que no debes hacer al hospedarte con una familia anfitriona.
1: Un homestay no es lo mismo que un hotel
Hospedarte con una familia anfitriona no es lo mismo que quedarte en un hotel o en un hostal, ya que, aunque ellos están recibiendo un pago por tenerte, no trabajan para ti, pues más bien, te están abriendo las puertas de su propio hogar y de su familia.
Así que siéntete más como en casa de unos tíos lejanos o de unos amigos que no ves mucho, pues aplican las mismas reglas de cuidado, limpieza y respeto.
2: Que no te pongan el sello del puerquito
Así como en el kínder o en la primaria, evita por todos los medios sacarte “cero” en limpieza, pues créenos, este aspecto será indispensable para que tengas una sana convivencia con tu familia adoptiva.
Hospedarte con una familia anfitriona es respetar su casa y sus espacios, así que si bien en tu cuarto se vale un poquito más de desorden (tampoco exageres), ten especial cuidado en las áreas comunes como la cocina, la sala, el comedor, y por supuesto los baños.
Así mismo, determina desde un principio si tu homestay incluye la limpieza, o si es tu obligación limpiar tu espacio, para que así no haya malos entendidos.
3: No te ausentes sin avisar
Es normal que tu día a día lo pases en la escuela, conociendo otros lugares o divirtiéndote con nuevos amigos; pero si harás algún viaje corto o una excursión, avísale a tu familia adoptiva, pues además de ser una atención para con ellos, será una excelente medida de seguridad.
Recuerda que estarás en un lugar nuevo para ti, así que no está de más que algunas personas sepan donde estarás y cuando regresarás, para que así estén al pendiente por si tienes cualquier problema.
4: No te quedes callado
Esta recomendación al hospedarte con una familia anfitriona incluye 2 aspectos esenciales.
El primero, que trates de comunicarte todo el tiempo con tu nueva familia para que practiques su idioma; seguramente, una de las razones por las que estás yendo es mejorarlo, y créenos, no hay mejor forma de hacerlo que practicando todo el tiempo posible.
Y, en segundo lugar, desde el principio comuníquense sus reglas mutuas y lleguen a acuerdos (que se deben de respetar forzosamente) tanto de horarios como de conductas y otras cuestiones diarias. Igualmente, si algo no te gusta o no puedes hacer (por ejemplo, si tienes alergias a algún alimento) dilo desde un principio, para que así evites cualquier situación incómoda.
5: Que no te valgan los horarios
Como te dijimos en el punto anterior, uno de los aspectos esenciales al hospedarte con una familia anfitriona es llegar a acuerdos, y sin dudarlo, uno de los puntos principales a tratar y respetar son los horarios.
Ok, sabemos que una de tus principales ideas para tu viaje es la experiencia de la independencia, pero en todos los lugares hay reglas que cumplir. Eso sí, lo más importante es platicar con ellos y determinar qué es lo que les funcionará en conjunto, tal vez te encuentres con una familia que no le importe tu hora de llegada, o llegarás a otro que te diga que debes de avisar. El punto es hablarlo, y llegar a un punto medio.
Igualmente, ten cuidado con el volumen de la música o con ciertas actividades en horarios nocturnos, tal vez escucharte hacer zumba a las 12 de la noche no sea lo más feliz que le pueda pasar a tu familia adoptiva.
6: No te alejes
Sabemos que harás muchos nuevos amigos(as) en tu viaje y que tendrás mil planes con ellos; pero te recomendamos que también programes algunas cuantas horas a la semana para convivir con tu familia adoptiva.
Por lo regular las personas que hacen este tipo de labor también desean conocer otras culturas a través de sus hospedados, así que, si te invitan a reuniones o a pasar algún día con ellos, acepta y disfruta.
Recuerda que uno de los principales puntos al hospedarte con una familia anfitriona es vivir la experiencia completa de inmersión, así que, si te lo permiten, vuélvete uno más de ellos.
7: No evadas
Por último, si surge algún problema o malentendido, no lo evadas y siempre háblalo con tu nueva familia.
Recuerda, la clave de una buena estancia está en la comunicación, pues será exactamente lo mismo que con tus papás. Si quieres algo o hay alguna cuestión que te moleste, hay que platicarlo, pues si no, las cosas se van haciendo cada vez más grandes y la convivencia puede hacerse realmente difícil.
Hospedarte con una familia anfitriona
No hay duda, hospedarte con una familia anfitriona es una de las experiencias más enriquecedoras que puedes vivir, pues, aunque cualquier viaje es increíble, definitivamente quedarte con una familia adoptiva es vivir como cualquier otra persona nativa, empapándote de su cultura, costumbres y de un sinfín de pequeñas cosas que no conocerías de otra forma.
Así que si estas por irte a estudiar idiomas, o incluso, algún grado académico como la prepa, considera la opción del homestay, pues te garantizamos que nunca lo olvidarás y que te enriquecerá en todos los sentidos que puedas imaginar.